miércoles, 2 de junio de 2010

POEMAS: KAREN ALKALAY-GUT

________________________________________
Karen Alkalay-Gut
Verano 1990
________________________________________
Ese verano usaba barniz para las uñas que era casi negro
y me contorsionaba y daba vueltas en torno a un crucigrama de nombres
y buscaba el orden en la vida de la mujer y la idea de la vida
en tanto que la mujer que más amaba partía camino a la muerte.
Ese verano mi protegido me abandonó y me encontré con viejos amigos
y vi que los más viejos eran vacíos o perversos.
Ese verano Mellos regresó a Francia
y no me despedí de él ni le dije que me importaba.
Ese verano un hombre se enamoró muy extrañamente
y yo observaba su congoja y no sentía nada,
lo comprendía y no me importaba
lo suficiente, aunque yo misma he soportado obsesiones
tan desesperadas y tristes como la que él tenía por mí.
Ese verano dormí sola más
de lo que he dormido sola desde que te conocí
y pasé más noches insomnes de las que jamás he conocido,
aunque me abrazabas y me amabas más intensamente que nunca.
Ese verano la traición de la sangre me unió con una familia
que creía que estaba medio mundo y una generación lejos.
Ese verano soñé que las piedras se agrupaban
y gruñían cuando yo pasaba, y yo gritaba "no, no" en mi sueño
pero las piedras, aunque yo sabía que no podían destruirme
me seguían hasta la puerta del despertar.
Ese verano mis compañeros eran vampiros de libros,
especialmente LeStat, traqueteando por las calles de Nueva Orleans.
Ese verano alguien muerto seguía susurrando
"Esto es lo que mereces, es el pago
por pretender ignorar por tanto tiempo",
y contemplaba la foto borrosa de nosotros,
yo de espaldas a él con su traje blanco
y rogaba no perdón sino paz,
e incluso en la foto él decía: "Despídete
de cualquier paz que hayas deseado. Esto
es lo que mereces, te matará
pero sabrás lo que es sentirlo".
Ese verano usaba lápiz labial color mora
y mi rostro estaba pálido y no me atrevía a tener la esperanza de
que el verano terminara sin agonía.

Simpatía por el demonio
________________________________________
Incluso tú, Príncipe, algunas veces estás ciego,
viviendo tan profundamente en la oscuridad;
sin duda la maldad es fácil como el egoísmo,
y que alguien como yo saborearía
tu especie de soledad, paladeando
aquellos días seductores, noches en lechos vacíos.
¿Qué puedo decir? Tu manera es tan masculina...
Y cuando nos encontramos esa noche en el cruce de caminos
marché un poco contigo, observando cómo se torcía
tu bastón, deseando poder aplacar
todas las congojas de tu mundo. Pensé
acunarte, como un discípulo agónico,
en mi dadivoso regazo; incluso no escuché
todas las ofertas de sabiduría que me hiciste
a cambio de mi alma.
Incluso cuando enarbolaste el contrato,
seguro de mi firma, no estaba prestando
atención, embrujada por ese dolor
en tus ojos, esa necesidad de algo bueno,
¿me atreveré a llamarlo... amor?

Estoy tan contenta
________________________________________
Estoy tan contenta de que no seamos vírgenes
o que tengamos que fingir ignorancia,
decoro. Quiero decir que tú sabes y yo sé
que hemos pasado o visto o soñado todo eso.
Mira, he dado a luz
enfrentando una puerta abierta que da a una sala ocupada
he rasgado la parte delantera de mi vestido ente un público como tú,
he dicho lo que tenía que decir, que prometí no
decir
(y lo supe de mi tía el mismo día siguiente),
avergonzada
Mis padres, y mis hijos,
una y otra vez
y pasé por todo eso
y lo confieso todo
y río.
¿Qué pretensiones de decencia podría tener?
Y tú, tú has oído este tipo de cosas antes
tal vez no aquí, no de mí
pero cuán diferente puede ser lo que has visto o experimentarás
de lo que yo sé o sabré
así es que podemos relajarnos y tratarnos mutuamente
como gatos
que huelen impersonal, afectuosamente
las partes privadas de los huéspedes.

A uno en Beirut
________________________________________
Ni un solo día sin pensar en ti
como en una aventura clandestina me recuerdan
en los diarios, los sonidos del aire,
que tú estás allí y yo en Tel Aviv.
Hoy llega una carta con matasellos de Princeton,
enviada a través de Jounieh a Larnaca camino acá.
Estás bien, como en el 16 de julio de 1982,
y hoy es el 30. Anoche
en las noticias, todavía estábamos golpeando la ciudad.
En tanto nos mantuviéramos apartados de la política, éramos amigos
paseando juntos por el camino que lleva al mar en una ciudad austriaca,
sorprendiendo al guía con nuestras nacionalidades
y hablando de Pound, sexo, divorcio, comida, vino.
Cuán buenas serían nuestras vidas
ahora, si sólo tuviésemos
que hablar de eso. Pero donde vivimos
sólo hablamos de muerte y pensamos
en otra cosa.
Después de hacer el amor
________________________________________
"Terminen de comer" mi abuela
urgía a sus niños
esperando levantar la mesa
para la siguiente comida. Pero
ellos se reían, "¿Terminar?"
Y mordisqueaban su pan.
"Cuando has terminado de comer
estás muerto".
Karen Alkaya-Gut.

No hay comentarios:

Publicar un comentario