lunes, 21 de junio de 2010

De Armando Molina(gungadín) y otros monstruos que en mi habitan

Que mejor cura para la distancia que acortarla

Mover los pies
dar motivos al andar
sin destino fijo.

¿Habrá que tener destino fijo
para matar la incertidumbre
de los pasos
o habrá que dar al paso
algún pretexto para moverse?

Desearía pensar que la incertidumbre
es una vieja que gusta de malgastar
tu tiempo
mientras te decides que hacer con
tu vida.


Un intento de haiku

Yace un cuerpo,
desnudo frío,
inherte, deshabitado.


Ya no adivino pasos
todos tienen destino
y por piernas segundos.

Mujer fugaz

Me gusta la mujer extraña
que desconozco en su mirada,
la observo, con un mirar
que descuida las defensas,
las carcazas del tiempo
sobre los pliegues de piel
que esconden mis huesos débiles
de tantas entregas,
hay en donde dicen que habita el alma
entre los huesos y la carne de los días
entre la sangre derramada
sobre sabanas húmedas,
ella, con su belleza que engaña
corazones dispuestos a morir
por su entrepierna, deposito de las
ansias del mundo, me ve, parte
y se va mirando sobre su hombro
cualquier atisbo de amor inútil.

Hoy

hoy se y reafirmo
que las frutas poseen olores
que aun desconozco,
que el alba rompe contra
las pupilas abiertas
como ventanas que dejan
entrar la luz al ojo,
que el sol quema
en esta época el año,
que los pajaros
hacen nidos sobre
las cornizas
a falta de arboles,
que hay mariposas
de un amarillo destellante
antes invisiblemente perceptibles
por la prisa.

Hoy se y reafirmo que el viento
posee la voz de los muertos
y que basta sentarse y dejar la prisa
para dialogar con ellos.

Hoy se quien mueve las hojas,
el alma extinta,
ese suspiro que al irse
nos deja el cuerpo vacio.

Todos huerfanos

Han de matar a un hombre
dejar a la mujer sin hijos
y a un hijo huerfano de padre,
han de matar a un hijo
y matar al anhelo de un padre
y a una madre huerfana de hijo,
han de morirse todos
y dejar hijos huerfanos de padre
padres muertos de anhelos
y huerfanas madres de hijos,
han de matar a Dios
y no existirán padres, ni madres,
ni hijos muertos de anhelo
y huerfanos de Dios.

Para mi hermano Alberto Mayorga
y su dolor que le acompaña.

En caso de accidente


Levante la tapa,
jale el seguro,
retire el cordón,
empuje el cristal,
retirelé al corazón
esa ausencia,
saquele los ojos
a esa esperanza
marchita,
y salga a observar
la tarde,
destape una cerveza
por cada amargura,
embriaguese el alma
hasta secar el vació
y pruebe otros labios
vacíos de ausencias,
y de cualquier amor de paso.


Este instinto

Tan mio, tan dulce,
tan salvaje, tan deshumano,
este callar de diálogos de carne
de la relación intrínseca
de los sexos abrazados,
del silencio de las bocas deslenguadas
y las carnes desveladas,
es la división de Dios-Hombre,
de Moral-Deseo,
la transgresión Humano-Animal,
la separación de Ser-Social,
conjunto de sensasiones satisfechas
a través de los cuerpos,
exquisito jugo del vientre amargo
de Mujer-Animal,
desmatrimoniados del papel, amantes libres,
desmontaje de la Norma-Ley Natural,
Deseo-Necesidad,
sexo, disfrute de las carnes.

Adiós

Perpetuo adiós de mujer
y caricias sin destinatario,
cartas sin membrete
y posdatas de despedida.

y todo en un abrazo al viento.

Me quedan los recuerdos

Las fotos de los viajes,
los souvenirs, las cartas
y los recuerdos de alcoba.

Los boletos del cine,
los recorridos de ida y vuelta,
porque fuimos turistas y no aventureros,
nos falto viajar más para conocernos menos.

Despedida

Sus ojos anuncian catástrofe
del momento,
sus labios son ira
que esta por estallar.

Un zarpazo, una cachetada
y un adiós que es para siempre.

¡hasta nunca!, no es hasta luego,
¡espera!, ¡no! ya he esperado demasiado.

Quien

Quien disfruta los muslos de mujer extraña,
desifra los misterios de vientres estériles,
cohabita las ausencias y los desengaños,
reacomoda las piedras del jardín de su agonía,
junta retazos de melancolía,
recuerdos marchitos del dolor pasado,
recita versos a oídos hechos
para sus propias prisas,
en sus distancias tiene hijos y muchas putas,
esposas inmaculadas en sus múltiples camas
de lujuria.

Nada ha de salir de las paredes
de su pecho donde habita
un corazón de hombre marchito,
no tendrá voz para gritar los nombres
de sus múltiples ausencias,
romperá con el silencio en llanto
en los funerales
de los parientes desconocidos,

Habrá de jugar a enamorar vírgenes
en las iglesias,
saldrá a fecundar óvulos de madres
sin hijos,
y arrancara una sonrisa
a sus propias tristezas.

Despertar

Hay una breve sonrisa al escuchar como rompe la mañana contra los cristales de mi alcoba, una luz segura de si entra hacía un rincón del cuarto iluminando en su trayecto un espacio en linea recta, que mas bien pareciera un puente por donde entran y salen los fantasmas de mi mente, un perro rompe con el silencio prolongado de la noche en sueño, espanta mi muerte en la ventana, las cobijas a esa hora pesan como cuerpos apilados de cansancio. Es hora de empezar rutina.

Soy de esos poetas

Soy de esos poetas parásitos de la luna
que en constante pecado de gula
ha dejado huellas sobre la superficie,
cráteres de dolor y angustia,
cráteres de amor y deseo,
cráteres llenos de llanto congelado,
cráteres de lujuria contenida
entre los muslos y la carne.

Soy de esos poetas que habitan
como gusano en la manzana, dentro,
comiendo de los vientres lunares
que tantos poetas han dado a luz.

Poeta alacrán, alacrán poeta
alimentado del vientre de su propia madre.

Soy de esos poetas parásitos de la luna
que un buen día acabará´por extinguirla,
¡lo bueno es que los poetas también son mortales!

Sin titulo

Hay dias que se piensa
demasiado en la muerte,
cuando soledades se encuentran
no se piensa en ella,
se hace a un lado
como aquella novia eterna
que siempre vuelve al pensamiento
cuando uno esta solo
ahogadode palabras muertas,
o cuando en esa impenetrable ausencia
de si mismo se preguntacualquier cosa
y se responde; muerte.

Hay días en definitiva,
que no se piensa más en al muerte,
cuando es que se ha enamorado de ella
o imprescindiblemente cierra
las puertas del cuerpo por donde
nos roba el alma.



De reproches diestros
capaces de romper
con la tranquilidad de un alma.


itinerario de un día soleado.

desayuno, pensando en ti,
almuerzo, pensando en ti,
comida, pensando en ti,
cena, pensando en ti,
si me pagaran un salario justo
por pensarte dejaría el trabajo
para dedicarme a pensar en ti
como eso no pasará mejor
me dedico a olvidarte.

Sin titulo

hoy
no guardo
soledades en un bolosillo,
no enveneno el alma
con besos desterrados,
hoy no me voy con ustedes,
me quedo aquí
donde solo existe el rumor
de una voz desahogada,
donde un murmullo
de viento y flores
me hará sonreir una tarde,
aqui me quedo
bajo cielos incendiados,
mar de cielo
y dialogo de cama, de acera.

Triste Señora

Porqué está triste
de sus ojos se le cae el corazón
a pedazos,
su boca pide clemencia
de un crucificado.

¿que contiene su rezo
que se le escapa del pecho el dolor
y las mil angustias de sus hijos distantes?
¿hacía donde se encuentra Dios
para dirigir la mirada?
solo para ver si sus ojos la miran.

¡Decidme hacia donde van sus rezos,
en que parte del cielo se encuentran
sus plegarias!
solo para saber que este ejercicio
de hablar con Dios no es una perdida
de tiempo.


No me extrañen


No me extrañen
a veces tambien grito
mi nombre para ver
si me lo devuelve
viento.

Solo regresa un aire
encarnado de mil angustias,
un viento frio de polo norte
una caricia añeja y desgarrada
del recuerdo de mi infancia,
oh! infancia alegre.

Regresa el otoño en mi ventana
aunque este cuarto no las tenga,
es el viento del invierno
el que toca a la puerta para que yo salga,
es mi soledad la que abre y lo despide
para que no salga a jugar,
vuelve la cerradura al cerrojo
para que no escape,
lo que mi soledad no sabe
es que tengo puertas y ventanas
que en este cuarto no existen
y se abren al cerrar los ojos
y la dejo sola con la masa
que yace inherte en su cama
de mil tristezas y alegrias.



LOS DOMINGOS NO SE MUERE

Los domingos no se muere
Se descansa, se toma aliento,
Se prepara el cuerpo
Para morir el resto de la semana
Entre monotonías de oficina
Y horarios que comienzan
Sin sol y terminan con luna,
Se muere entre el trafico
Y su sinfonía de claxon,
Entre el sonido de fábrica
Y máquina de coser,
Se muere en el fregadero entre la lavadora
Y la telenovela de las tres,
En el asiento del taxi y la micro,
Entre el crucero y los parabrisas
Entre malabares y bocanadas de fuego
Se muere a diario.

Los domingos
Los parques se llenan de vida,
Se reza a los santos, se alaba a Dios
La mesa se sirve para siete y no para dos.

La tía viene a comer con su don Pedro,
Paco siempre viste de fútbol,
Mama preparo enchiladas con agua de horchata.

Los domingos la muerte descansa
Se da el día libre, descansa en las mesas
Entre el día de campo en Chapultepec,
El partido de los pumas y la reta de fútbol,
Espera a que llegue el lunes y llega en forma
De jornada sin fin y salarios deprimentes.

Pero lo que se sabe y es cierto
Es que el domingo no se muere
Bajo ninguna circunstancia ni de broma,
Los domingos se piensa en morir
Así lo dice Luis, lo dijo Gaby y lo grito Víctor,
El domingo en la mesa entre el cigarro
Que se extingue entre la plática de la tía
Y el discurso de Lalo
Que salió el lunes
Para morir en la oficina.


SON JAROCHO

Son de mi tierra,
Jarana, jarocho,
Copla del alma
Honda rima
Del corazón alegre.

Sombrero, guayabera
Y botín
Versando vidas
Andando veredas.

Juglar de pueblo,
De plaza, de parque,
Voz de un silencio crudo,
Cantar de vida,
Rocío de senda,
De montes, de selva.

Voz de voz
De la voz de aquel,
De este, del otro,
Del nosotros, de ustedes.
Canto del ser
Letra improvisada.


MUERTE COTIDIANA

Muerte cotidiana
De ojos sin brillo
Y miradas ancladas en el vacío,
De rostros secos,
Sin sonrisa,
De monotonía sin fin
Con dieciséis horas diarias
Y trafico de ciudad,
Entre estrés y muchedumbre,
Muerte lenta, fin dilatado.

Al final el rincón
Que reserva al olvido
Donde los pensamientos paran
Y el movimiento cesa,
Donde la vida enamorada
Ha partido del brazo de mi amada muerte,
Donde el cuerpo se pudre
En su morada de cedro y oropel,
Donde la monotonía tiene fin.

domingo, 20 de junio de 2010

DE: “ALTAZOR” (FRAGMENTO)

DE: “ALTAZOR” (FRAGMENTO)
VICENTE HUIDOBRO

PREFACIO.
Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo;
Nací en el equinoccio, bajo las hortensias y los aeroplanos del calor.
Tenía yo un profundo mirar de pichón, de túnel y de automóvil sentimental. Lanzaba suspiros de acróbata...

Amo la noche, sombrero de todos los días.
La noche, la noche del día, del día al día siguiente.
Mi madre hablaba como la aurora y como los dirigibles que van a caer. Tenía cabellos color de bandera y ojos llenos de navíos lejanos.
Una tarde, cogí mi paracaídas y dije: “Entre una estrella y dos golondrinas” He aquí la muerte que se acerca como la tierra al globo que cae.
Mi madre bordaba lágrimas desiertas en los primeros arcoíris.
Y ahora mi paracaídas cae de sueño en sueño por los espacios de la muerte…

Después creé la boca y los labios de la boca, para aprisionar las sonrisas equívocas y los dientes de la boca para vigilar las groserías que vienen a la boca.
Creé la lengua de la boca que los hombres desviaron de su rol, haciéndola aprender a hablar… a ella, ella, la bella nadadora, desviada para siempre de su destino acuático y puramente acariciador.

Mi paracaídas empezó a caer vertiginosamente. Tal es la fuerza de atracción de la muerte y del sepulcro abierto...
Los cuatro puntos cardinales son tres: el Sur y el Norte.
Un poema es una cosa que será.
Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser.
Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser.
Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado por el viento.
Si yo no hiciera al menos una locura por año, me volvería loco…

Encuentro a la virgen sentada en una rosa y me dice:
Mira mis manos; son transparentes como las bombillas eléctricas ¿Ves los filamentos de donde corre la sangre de mi luz intacta?...

Hablo una lengua que llena los corazones según la ley de las nubes comunicantes.
Digo siempre adiós, y me quedo.
Ámame, hijo mío pues adoro tu poesía y te enseñare proezas aéreas…

Se triste tal cual las gacelas ante el infinito y los meteoros, tal cual los desiertos sin mirajes.
Hasta la llegada de una boca hinchada de besos para la vendimia del destierro.
Se triste, pues ella te espera en un rincón de este año que pasa…

La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú quieres creer.
Vamos cayendo, cayendo de nuestro zenit a nuestro nadir y dejamos el aire manchado de sangre para que se envenenen los que vengan mañana a respirarlo.
Adentro de ti mismo, fuera de ti mismo, caerás del zenit al nadir porque ese es tu destino, tu miserable destino.
Y mientras más alto caigas, mas alto será tu rebote, más larga tu duración en la memoria de la piedra.
Hemos saltado del vientre de nuestra madre o del borde de una estrella y vamos cayendo.
Ah, mi paracaídas, la única rosa perfumada de la atmosfera, la rosa de la muerte, despeñada entre los astros de la muerte...

Mago, he ahí tu paracaídas que una palabra tuya puede convertir en un parasubidas maravilloso como el relámpago que quisiera cegar al creador…


CANTO I.
Altazor ¿Por qué perdiste tu primera serenidad?
¿Qué ángel malo se paró en la puerta de tu sonrisa
Con la espada en la mano?
...
La nebulosa de la angustia pasa como un rio
Y me arrastra según la ley de las atracciones
La nebulosa en olores solidificada huye su propia soledad
Siento un telescopio que me apunta como revólver

Cae
Cae eternamente
Cae al fondo del infinito
Cae al fondo del tiempo
Cae al fondo de ti mismo
Cae lo más bajo que puedas caer
Cae sin vértigo
A través de todos los espacios y todas las edades
A través de todas las almas de todos los anhelos y todos los naufragios
Cae y quema al pasar los astros y los mares…
Quema el viento con tu voz
El viento que se enreda en tu voz
Y la noche que tiene frío en su gruta de huesos

Abrí los ojos en el siglo
En que moría el cristianismo.
Retorcido en su cruz agonizante
Ya va a dar el último suspiro
¿Y mañana que pondremos en el sitio vacío?
Pondremos un alba o un crepúsculo
¿Y hay que poner algo acaso?
La corona de espinas
Chorreando sus últimas estrellas se marchita

Hace seis meses solamente
Deje la ecuatorial recién cortada
En la tumba guerrera del esclavo paciente
Corona de piedad sobre la estupidez humana.
Soy yo que estoy hablando en este año de 1919
Es el invierno
Ya la Europa enterró todos sus muertos
Y un millar de lágrimas hacen una sola cruz de nieve

¿Cómo podré dormir mientras haya adentro tierras desconocidas?
Problemas
Misterios que cuelgan a mi pecho
Estoy solo
La distancia que va de cuerpo a cuerpo
Es tan grande como la que hay de alma a alma
Solo
Solo
Solo
Estoy solo parado en la punta del año que agoniza
El universo se rompe en olas a mis pies
Los planetas giran en torno a mi cabeza
Y me despeinan al pasar con el viento que desplazan

Dios diluido en la nada y en el todo
Dios todo y nada
Dios en las palabras y en los gestos
Dios mental
Dios aliento
Dios joven Dios viejo
Dios pútrido
Lejano y cerca
Dios amasado a mi congoja

Sigamos cultivando en el cerebro las tierras del error

No puede ser, cambiemos nuestra suerte

Y un eterno viajar hacia los adentros de si mismo.
Con dolor de limites constantes y vergüenza de ángel estropeado

Se me caen las ansias al vacío
Se me caen los gritos a la nada
Se me caen al caos las blasfemias
Perro del infinito tronando entre astros muertos
Perro lamiendo estrellas y recuerdos de estrellas
Perro lamiendo tumbas
Quiero la eternidad como una paloma en mis manos

¿Por qué soy prisionero de esta trágica busca?...
Y traigo desde entonces este dolor primordial en las células?

Soy una orquesta trágica
Un concepto trágico
Soy trágico como los versos que punzan en las células y no pueden salir
Arquitectura fúnebre
Matemática fatal y sin esperanza alguna
Capas superpuestas de dolor misterioso
Capas superpuestas de ansias mortales
Subsuelos de intuiciones fabulosas

Siglos siglos que vienen gimiendo en mis venas
Siglos que se balancean en mi canto
Que agonizan en mi voz…

Animal metafísico cargado de congojas
Animal expontáneo directo sangrando sus problemas
Solitario como una paradoja
Paradoja fatal
Flor de contradicciones bailando un fox-trot
Sobre el sepulcro de Dios
Sobre el bien y el mal
Soy un pecho que grita y un cerebro que sangra
Soy un temblor de tierra
Los sismógrafos señalan mi paso por el mundo

El sol nace en mi ojo derecho y se pone en mi ojo izquierdo
En mi infancia una infancia ardiente como un alcohol
Me sentaba en los caminos de la noche
A escuchar la elocuencia de las estrellas
Y la oratoria del árbol
Ahora la indiferencia nieva en la tarde de mi alma
Rómpanse en espigas las estrellas
Pártase la luna en mil espejos
Vuelva el árbol al nido de su almendra
Solo quiero saber por qué
Por qué
Por qué
Soy protesta y araño al infinito con mis garras…

Soy desmesuradamente cósmico
Las piedras las plantas las montañas
Me saludan las abejas las ratas
Los leones y las águilas
Los astros los crepúsculos las albas
Los ríos y las selvas me preguntan
Que tal como esta usted?
Y mientras los astros y las olas tengan algo que decir
Será por mi boca que hablaran a los hombres

Que Dios sea Dios
O Satán sea Dios
O ambos sean miedo, nocturna ignorancia
Lo mismo me da
Que sea la vía Láctea
O una procesión que asciende en pos de la verdad
Hoy me es igual…

Señor Dios si tú existes es a mí a quien lo debes…
Después de mi muerte un día
El mundo será pequeño alas gentes…
(Un poco de amor a veces como un arpa que hace olvidar la vida)…
Un bostezo color mundo y carne…
Nostalgia de ser barro y piedra o Dios

Hay palabras que tienen sombra de árbol
Otras que tienen atmósferas de astros
Hay vocablos que tienen fuego de rayos
Y que incendian donde caen
Otros que se congelan en la lengua y se rompen al salir…

Música mía de esta cítara plantada en mi cuerpo
Música que hace pensar en el crecimiento de los árboles
Y estalla en luminarias dentro del sueño
Yo hablo en nombre de un astro por nadie conocido
Hablo en una lengua mojada en mares no nacidos

Silencio la tierra va a dar a luz un árbol…
Ahora que Dios se sienta sobre la tempestad
Que pedazos de cielo se caen y se enredan en la selva…
Ahora sacad a la muerta al viento
Para que el viento abra sus ojos

El mundo se me entra por los ojos
Se me entra por las manos se me entra por los pies
Me entra por la boca y se me sale
En insectos celestes o nubes de palabras por los poros.

Habitante de tu destino
¿Por qué quieres salir de tu destino?
¿Por qué quieres romper los lazos de tu estrella
Y viajar solitario en los espacios
Y caer a través de tu cuerpo de tu zenit a tu nadir?

No quiero ligaduras de astro ni de viento
Ligaduras de lunas buenas son para el mar y las mujeres
Dadme mis violines de vértigo insumiso
Mi libertad de música escapada

Silencio
Se oje el pulso del mundo como nunca pálido
La tierra acaba de alumbrar un árbol



Por qué
Por qué

Soy protesta y araño al infinito con mis garras

HAIKUS:

HAIKUS:

En ruiseñor
Sueña que se convierte
El grácil sauce.
Bhasó.


Es ya mi aldea
Un sueño en un viaje.
Ave de paso.
Kiorai.


Los días lentos
Se apilan, evocando
Un viejo antaño.
Buson.


Acaba el año:
Con el viento retumba
El cielo inmenso.
Guiodai.


De no estar tú,
Demasiado enorme
Seria el bosque.
Issa.


No lloren bichos,
Que sufren desengaños
Hasta los astros.
Issa.


De vivir tanto,
Yo también tengo frío
Moscas de invierno.
Taio.


Yo que me voy
Y tú que aquí te quedas
Son dos otoños.
Shiki.


Una vez más
Me he vuelto a quedar solo.
Y llueve en mayo.
Jekigodó.


Vuela una mariposa
Que robo la mariposa
De otra mariposa.
Seisensui.


Al golpe del oro solar.
Estalla en astillas,
El vidrio del mar.
José Juan Tablada.


No es que atardezca,
Es que la lluvia es noche:
Otoño en mi ventana.
Shógui.


El ruiseñor
Unos días no viene,
Otros dos veces.
Kitó.


Lluvia de mayo.
Una noche, furtiva
Luna en los pinos.
Riota.


Todos los años
Sufro distinto al ver
Irse la primavera.
Guekkio.


Lirios piensen
Que se haya de viaje
El que los mira.
Sógui.


Yo vi la luna
De este efímero mundo
Dos años de más.
Saikaku.


¡Obedecemos!
Mudas hablan las flores
En el fondo del oído.
Onitsura.


A la intemperie,
Se va filtrando el viento
Hasta mi alma.
Bhasó.


En este mundo,
Encima del infierno
Viendo las flores.
Issa.


Yo soy huérfano,
Soy una luciérnaga
Que no da luz.
Issa.


Esparce la luz
De la luna creciente
El vendaval.
Seibi.


Correr lo más que pueda
Y entrar en las tinieblas
De las jóvenes hiervas.
Ippekiró.


Mientras lo corto
Veo que el árbol
Tiene serenidad.
Issekiró.


Que solitaria mi vida,
Y que hermoso
El crisantemo.
Shuoshi.

En las tinieblas
Lo que ronda mis ojos
Es su sonrisa.
Issa.

viernes, 18 de junio de 2010

JOSÈ SARAMAGO: HIBERNACION

HIBERNACION

En el regazo del tiempo me acurruco;
pasan y pasan dìas en modorra
y moho, que los gestos entorpece.

No hay en esta somnolencia otro sosiego
que ser consciente el cuerpo de sí mismo
si la hora prometida le amanece

Josè Saramago
de: Los poemas Posibles

18 de junio 2010

miércoles, 2 de junio de 2010

POEMAS: RAFAEL ALBERTI

Rafael Alberti
Lo que dejé por ti
________________________________________
Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.
Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.
Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.
Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.
Ah! cchi nun vede sta parte de monno
Nun za nnemmanco pe cche ccosa è nnato.
G. G. Belli.

SOBRE LOS ANGELES
Alberti



Madrigal sin remedio

Porque al fin te perdieron fuegos tristes
y humos lentos velaron
velaron el castillo, nívea cárcel.
donde la rosa olvida sus fantasmas,

mi corazón, sin voz, ni batallones,
viene solo al asalto
de esas luces, espejos de ceniza
llevadoras a un muerto sur de muertes.

Ve su pecho ascendido en dos arroyos
de agua y sangre, hacia el tuyo
quemado ya por huecos tizos fáciles,
falsos, flor, pena mía, sin remedio.


Los ángeles mohosos

Hubo luz que trajo
por hueso una almendra amarga.

Voz que por sonido,
el fleco de la lluvia,
cortado por un hacha.

Alma que por cuerpo,
la funda de aire
de una doble espada.

Venas que por sangre,
Y el de mirra y de retama.

Cuerpo que por alma,
el vacío, nada.


Los ángeles vengativos

No, no te conocieron
las almas conocidas.
Sí la mía.

¿Quién eres tú, dinos, que no te recordamos
ni de la tierra ni del cielo?

Tu sombra, dinos, ¿de qué espacio?
¿Qué luz la prolongó, habla,
hasta nuestro reinado?

¿De dónde vienes, dinos,
sombra sin palabras,
que no te recordamos?
¿Quién te manda?
Sí relámpago fuiste en algún sueño,
relámpagos se olvidan, apagados.

Y por desconocida
las almas conocidas te mataron.
No la mía.


El ángel tonto

Ese ángel,
ése que niega el limbo de su fotografía
y hace pájaro muerto
su mano.

Ese ángel que terne que le pidan las alas,
que le besen el pico,
seriamente,
sin contrato.

Si es del cielo y tan tonto,
¿por qué en la tierra? Dime.
Decidme.

No en las calles, en todo,
indiferente, necio,
me lo encuentro.

¡El ángel tonto!

¡Si será de la tierra!
- Sí, de la tierra sólo.


El ángel del misterio

Un sueño sin faroles y una humedad de olvidos,
pisados por un nombre y una sombra.
No sé si por un nombre o muchos nombres,
si por una sombra o muchas sombras.
Reveládmelo.

Sé que habitan los pozos frías voces,
que son de un solo cuerpo o muchos cuerpos,
de un alma sola o muchas almas.
No sé.
Decídmelo.

Que un caballo sin nadie va estampando
a su amazona antigua por los muros.
Que en las almenas grita, muerto, alguien
que yo toqué, dormido, en un espejo,
que yo, mudo, le dije...
No sé.
Explicádmelo.




Los ángeles mudos

Inmóviles, clavadas, mudas mujeres de los zaguanes
y hombres sin voz, lentos, de las bodegas,
quieren, quisieran, querrían preguntarme:
- ¿Cómo tú por aquí y en otra parte?

Querrían hombres, mujeres, mudos, tocarme,
saber si mi sombra, si mi cuerpo andan sin alma
por otras calles.
Quisieran decirme:
- Si eres tú, párate.

Hombres, mujeres, quieren, querrían ver claro,
asomarse a mi alma,
acercarle una cerilla
por ver si es la misma.
Quieren, quisieran...
- Habla

Y van a morirse, mudos,
sin saber nada.


El ángel de arena

Seriamente, en tus ojos era la mar dos niños que me espiaban,
temerosos de lazos y palabras duras.
Dos niños de la noche, terribles, expulsados del cielo,
cuya infancia era un robo de barcos y un crimen de soles y de lunas.
Duérmete. Ciérralos.

Vi que el mar verdadero era un muchacho que saltaba desnudo,
invitándome a un plato de estrellas y a un reposo de algas.
¡Sí, sí! Ya mi vida iba a ser, ya lo era, litoral desprendido.
Pero tú, despertando, me hundiste en tus ojos.


El mal minuto

Cuando para mí eran los trigos viviendas de astros y de dioses
y la escarcha los lloros helados de una gacela,
alguien me enyesó el pecho y la sombra,
traicionándome.

Ese minuto fue el de las balas perdidas,
el del secuestro, por la mar, de los hombres que quisieron ser pájaros,
el del telegrama a deshora y el hallazgo de sangre,
el de la muerte del agua que siempre miró al cielo.

Castigos

Es cuando golfos y bahías de sangre,
coagulados de astros difuntos y vengativos,
inundan los sueños.
Cuando golfos y bahías de sangre
atropellan la navegación de los lechos
y a la diestra del mundo muere olvidado un ángel.
Cuando saben a azufre los vientos
y las bocas nocturnas a hueso, vidrio y alambre.
Oídme.
Yo no sabía que las puertas cambiaban de sitio,
que las almas podían ruborizarse de sus cuerpos,
ni que al final de un túnel la luz traía la muerte.
Oídme aún.

Quieren huir los que duermen.
Pero esas tumbas del mar no son fijas,
esas tumbas que se abren por abandono y cansancio del cielo no son estables,
y las albas tropiezan con rostros desfigurados.
Oíd aún. Más todavía.

Hay noches en que las horas se hacen de piedra en los espacios,
en las venas no andan
y los silencios yerguen siglos y dioses futuros.
Un relámpago baraja las lenguas y trastorna las palabras.
Pensad en las esferas derruidas,
en las órbitas secas de los hombres deshabitados,
en los milenios mudos.
Más, más todavía. Oídme.

Se ve que los cuerpos no están en donde estaban,
que la luna se enfría de ser mirada
y que el llanto de un niño deforma las constelaciones.
Cielos enmohecidos nos oxidan las frentes desiertas,
donde cada minuto sepulta su cadáver sin nombre.
Oídme, oídme por último.

Porque siempre hay un último posterior a la caída de los páramos,
al advenimiento del frío en los sueños que se descuidan,
a los derrumbos de la muerte sobre el esqueleto de la nada.


El ángel falso

Para que yo anduviera entre los nudos de las raíces
y las viviendas óseas de los gusanos.
Para que yo escuchara los crujidos descompuestos del mundo
y mordiera la luz petrificada de los astros,
al oeste de mi sueño levantaste tu tienda, ángel falso.

Los que unidos por una misma corriente de agua me veis,
los que atados por una traición y la caída de una estrella me escucháis,
acogeos a las voces abandonadas de las ruinas.
Oíd la lentitud de una piedra que se dobla hacia la muerte.

No os soltéis de las manos.

Hay arañas que agonizan sin nido
y yedras que al contacto de un hombro se incendian y llueven sangre.
La luna transparenta el esqueleto de los lagartos.
Si os acordáis del cielo,
la cólera del frío se erguirá aguda en los cardos
o en el disimulo de las zanjas que estrangulan
el único descanso de las auroras: las aves.
Quienes piensen en los vivos verán moldes de arcilla
habitados por ángeles infieles, infatigables:
los ángeles sonámbulos que gradúan las órbitas de la fatiga.

¿Para qué seguir andando?
Las humedades son íntimas de los vidrios en punta
y después de un mal sueño la escarcha despierta clavos
o tijeras capaces de helar el luto de los cuervos.

Todo ha terminado.
Puedes envanecerte, en la caída marchita de los cometas que se hunden,
de que mataste a un muerto,
de que diste a una sombra la longitud desvelada del llanto,
de que asfixiaste el estertor de las capas atmosféricas.


Los ángeles muertos

Buscad, buscadlos:
en el insomnio de las cañerías olvidadas,
en los cauces interrumpidos por el silencio de las basuras.
No lejos de los charcos incapaces de guardar una nube,
unos ojos perdidos,
una sortija rota
o una estrella pisoteada.

Porque yo los he visto:
en esos escombros momentáneos que aparecen en las neblinas.
Porque yo los he tocado:
en el destierro de un ladrillo difunto,
venido a la nada desde una torre o un carro.
Nunca más allá de las chimeneas que se derrumban
ni de esas hojas tenaces que se estampan en los zapatos.
En todo esto.
Mas en esas astillas vagabundas que se consumen sin fuego,
en esas ausencias hundidas que sufren los muebles desvencijados,
no a mucha distancia de los nombres y signos que se enfrían en las paredes.
Buscad, buscadlos:
debajo de la gota de cera que sepulta la palabra de un libro
o la firma de uno de esos rincones de cartas
que trae rodando el polvo.

Cerca del casco perdido de una botella,
de una suela extraviada en la nieve,
de una navaja de afeitar abandonada al borde de un precipicio.


Los ángeles feos

Vosotros habéis sido,
vosotros que dormís en el vaho sin suerte de los pantanos
para que el alba más desgraciada os reanime en una gloria de estiércol,
vosotros habéis sido la causa de ese viaje.

Ni un solo pájaro es capaz de beber en una alma
cuando sin haberlo querido un cielo se entrecruza con otro
y una piedra cualquiera levanta a un astro una calumnia.

Ved.

La luna cae mordida por el ácido nítrico
en las charcas donde el amoníaco aprieta la codicia de los alacranes.

Si os atrevéis a dar un paso,
sabrán los siglos venideros que la bondad de las aguas es aparente
cuantas más hoyas y lodos ocultan los paisajes.
La lluvia me persigue atirantando cordeles.
Será lo más seguro que un hombre se convierta en estopa.

Mirad esto:
ha sido un falso testimonio decir que una soga al cuello no es agradable
y que el excremento de la golondrina exalta al mes de mayo.

Pero yo os digo:
una rosa es más rosa habitada por las orugas
que sobre la nieve marchita de esta luna de quince años.

Mirad esto también, antes que demos sepultura al viaje:
cuando una sombra se entrecoge las uñas en las bisagras de las puertas
o el pie helado de un ángel sufre el insomnio fijo de una piedra,
mi alma sin saberlo se perfecciona.

Al fin ya vamos a hundimos.
Es hora de que me dierais la mano
y me arañarais la poca luz que coge un agujero al cerrarse
y me matarais esta mala palabra que voy a pinchar sobre las tierras que se derriten.


El ángel superviviente

Acordaos.
La nieve traía gotas de lacre, de lomo derretido
y disimulos de niña que ha dado muerte a un cisne.
Una mano enguantada, la dispersión de la luz y el lento asesinato.

La derrota del cielo, un amigo.

Acordaos de aquel día, acordaos
y no olvidéis que la sorpresa paralizó el pulso y el color de los astros.
En el frío, murieron dos fantasmas.
Por un ave, tres anillos de oro
fueron hallados y enterrados en la escarcha.
La última voz de un hombre ensangrentó el viento.
Todos los ángeles perdieron la vida.
Menos uno, herido, alicortado.

POEMAS: KAREN ALKALAY-GUT

________________________________________
Karen Alkalay-Gut
Verano 1990
________________________________________
Ese verano usaba barniz para las uñas que era casi negro
y me contorsionaba y daba vueltas en torno a un crucigrama de nombres
y buscaba el orden en la vida de la mujer y la idea de la vida
en tanto que la mujer que más amaba partía camino a la muerte.
Ese verano mi protegido me abandonó y me encontré con viejos amigos
y vi que los más viejos eran vacíos o perversos.
Ese verano Mellos regresó a Francia
y no me despedí de él ni le dije que me importaba.
Ese verano un hombre se enamoró muy extrañamente
y yo observaba su congoja y no sentía nada,
lo comprendía y no me importaba
lo suficiente, aunque yo misma he soportado obsesiones
tan desesperadas y tristes como la que él tenía por mí.
Ese verano dormí sola más
de lo que he dormido sola desde que te conocí
y pasé más noches insomnes de las que jamás he conocido,
aunque me abrazabas y me amabas más intensamente que nunca.
Ese verano la traición de la sangre me unió con una familia
que creía que estaba medio mundo y una generación lejos.
Ese verano soñé que las piedras se agrupaban
y gruñían cuando yo pasaba, y yo gritaba "no, no" en mi sueño
pero las piedras, aunque yo sabía que no podían destruirme
me seguían hasta la puerta del despertar.
Ese verano mis compañeros eran vampiros de libros,
especialmente LeStat, traqueteando por las calles de Nueva Orleans.
Ese verano alguien muerto seguía susurrando
"Esto es lo que mereces, es el pago
por pretender ignorar por tanto tiempo",
y contemplaba la foto borrosa de nosotros,
yo de espaldas a él con su traje blanco
y rogaba no perdón sino paz,
e incluso en la foto él decía: "Despídete
de cualquier paz que hayas deseado. Esto
es lo que mereces, te matará
pero sabrás lo que es sentirlo".
Ese verano usaba lápiz labial color mora
y mi rostro estaba pálido y no me atrevía a tener la esperanza de
que el verano terminara sin agonía.

Simpatía por el demonio
________________________________________
Incluso tú, Príncipe, algunas veces estás ciego,
viviendo tan profundamente en la oscuridad;
sin duda la maldad es fácil como el egoísmo,
y que alguien como yo saborearía
tu especie de soledad, paladeando
aquellos días seductores, noches en lechos vacíos.
¿Qué puedo decir? Tu manera es tan masculina...
Y cuando nos encontramos esa noche en el cruce de caminos
marché un poco contigo, observando cómo se torcía
tu bastón, deseando poder aplacar
todas las congojas de tu mundo. Pensé
acunarte, como un discípulo agónico,
en mi dadivoso regazo; incluso no escuché
todas las ofertas de sabiduría que me hiciste
a cambio de mi alma.
Incluso cuando enarbolaste el contrato,
seguro de mi firma, no estaba prestando
atención, embrujada por ese dolor
en tus ojos, esa necesidad de algo bueno,
¿me atreveré a llamarlo... amor?

Estoy tan contenta
________________________________________
Estoy tan contenta de que no seamos vírgenes
o que tengamos que fingir ignorancia,
decoro. Quiero decir que tú sabes y yo sé
que hemos pasado o visto o soñado todo eso.
Mira, he dado a luz
enfrentando una puerta abierta que da a una sala ocupada
he rasgado la parte delantera de mi vestido ente un público como tú,
he dicho lo que tenía que decir, que prometí no
decir
(y lo supe de mi tía el mismo día siguiente),
avergonzada
Mis padres, y mis hijos,
una y otra vez
y pasé por todo eso
y lo confieso todo
y río.
¿Qué pretensiones de decencia podría tener?
Y tú, tú has oído este tipo de cosas antes
tal vez no aquí, no de mí
pero cuán diferente puede ser lo que has visto o experimentarás
de lo que yo sé o sabré
así es que podemos relajarnos y tratarnos mutuamente
como gatos
que huelen impersonal, afectuosamente
las partes privadas de los huéspedes.

A uno en Beirut
________________________________________
Ni un solo día sin pensar en ti
como en una aventura clandestina me recuerdan
en los diarios, los sonidos del aire,
que tú estás allí y yo en Tel Aviv.
Hoy llega una carta con matasellos de Princeton,
enviada a través de Jounieh a Larnaca camino acá.
Estás bien, como en el 16 de julio de 1982,
y hoy es el 30. Anoche
en las noticias, todavía estábamos golpeando la ciudad.
En tanto nos mantuviéramos apartados de la política, éramos amigos
paseando juntos por el camino que lleva al mar en una ciudad austriaca,
sorprendiendo al guía con nuestras nacionalidades
y hablando de Pound, sexo, divorcio, comida, vino.
Cuán buenas serían nuestras vidas
ahora, si sólo tuviésemos
que hablar de eso. Pero donde vivimos
sólo hablamos de muerte y pensamos
en otra cosa.
Después de hacer el amor
________________________________________
"Terminen de comer" mi abuela
urgía a sus niños
esperando levantar la mesa
para la siguiente comida. Pero
ellos se reían, "¿Terminar?"
Y mordisqueaban su pan.
"Cuando has terminado de comer
estás muerto".
Karen Alkaya-Gut.

LA CRISIS SAGRADA DE LA MUJER.

“LA CRISIS SAGRADA DEL AMOR.”

LEY PROFUNDA DE LA SANGRE DE LA MUJER; RITO DIVINO QUE MES TRAS MES LE MIDE EL TIEMPO, EMPARENTÁNDOLA CON EL CICLO DE LAS MAREAS, DE LA LUNA.

LA MUDA PERIÓDICA DE LA MUJER LA IDENTIFICA CON UN SER ENTERAMENTE NATURAL Y POR ELLO MISMO LA OPONE AL HOMBRE, SIN CRISIS, SIN RENOVACIÓN, SIN IDAS Y VUELTAS (SINO LA MUDA MAS INSIGNIFICANTE DE LA PIEL Y LOS INTESTINOS). EL HOMBRE SOLO PARTICIPA DE UN TIEMPO LINEAL Y COTIDIANO, PERO DE NINGÚN MODO SIDERAL Y CÍCLICO, SU BIOLOGÍA CARECE DE RELACIÓN CON LA TRANSMUTACIÓN DE LOS GRANDES ELEMENTOS. EN CAMBIO LA MUJER, SE IDENTIFICA CON LA NATURALEZA, REGIDA COMO ELLA MISMA POR UNA CRISIS MENSUAL. EL HOMBRE ESTA AL ALCANCE DE LA NATURALEZA COMO DE UNA TIERRA PROMETIDA Y NO PUEDE ENCONTRAR UNA FUNCIÓN CÓSMICA SINO A TRAVÉS DEL FILTRO DE LO FEMENINO.

LA MUJER ESTA MAS ALLÁ DE LA HISTORIA; DETENTA LA CLAVE DEL TIEMPO, ES SIBILA, HADA Y RELIGIÓN… LA SANGRE ES, CLARAMENTE, LO QUE HACE DE LA MUJER UN PRÓJIMO SOBREHUMANO, DE SUERTE QUE TODO PASO DEL HOMBRE POR EL CUERPO DE LA MUJER, SOLO PUEDE SER UNA INICIACIÓN…

JULES MICHELLET.